Crear una marca 2.0























"Un producto sin marca no se vende". Esta frase se suele utilizar en el mundo del marketing para simplificar una realidad que en definitiva termina siendo bastante más compleja. La marca brinda propiedades distintivas a un producto que gracias a ellas logra diferenciarse del resto logrando obtener el “plus” necesario para que los consumidores la reconozcan. Dentro de la marca se encuent
ra el nombre y el logo pero también hay diseño y símbolos que caracterizan a un producto o a un servicio. Así es como se da a conocer, logrando una identificación y al mismo tiempo una diferenciación de la competencia.

Pero, ¿Cómo se crea una marca 2.0?

Obama sin duda pensó en ello: en generar una marca que bajo su nombre conceptualice integralmente la idea de la Web 2.0. El presidente de Estados Unidos logró utilizar las herramientas de la Web para aplicarlas a la política aunque esto en si mismo no implicaba una novedad ya que había otros políticos que ya venían experimentando en Internet.

¿Qué fue lo que hizo distinto al caso Obama?
Muchos políticos de Latinoamérica están tratando de dilucidar las estrategias y tácticas aplicadas a las herramientas que ofrecen la Web 2.0. Varios dirigentes ya est
án actuando e involucrándose tratando de imitar acciones en Internet para ser el “Obama latino”. Sin embargo se olvidan de algo importante: que Obama personificó un modelo 2.0 no sólo por utilizar Facebook y Twitter, entre otros, sino por abrir el campo en una multiplicidad de acciones políticas que encarnan el concepto 2.0 en sí mismo y que modifica las maneras de hacer política, transformando a ésta en un ejercicio en conjunto con la ciudadanía. La Web 2.0 significa comunidad, y en ella se genera un feedback entre usuarios que posibilita compartir ideas, intercambiar pensamientos pero también impulsa valores para aprender a escuchar lo que el otro tiene para decir. Este acto de escuchar permite, consecuentemente, que múltiples voces puedan expresarse, dando a conocer su punto de vista sobre algún tema. Indudablemente la Web 2.0 mostró que muchas personas tenían algo para decir y permitió visualizar una amplia paleta de opiniones que expresan también la diversidad que nos distingue como seres humanos. Sólo mediante la observación de esta pluralidad se puede comenzar a aceptar que otro piense distinto.

















Obama lo entendió y ofreció un mensaje para cada una de estas múltiples voces dirigiéndose a cada público específicamente para hacerles sentir que son importantes y que su voz vale. Así fue cómo abrió su marca para que sea modificada de acuerdo al público al que iba dirigido, adaptando sus logos y símbolos para cada comunidad. Abrió su marca para cada sector en este mensaje unidireccional que va desde el candidato hacia los electores pero no se quedó sólo en esto.


Su campaña fue más allá y Obama abrió la marca permitiendo que los ciudadanos se apropiaran de ella. El resultado es que la gente sintió que todos pudieron cosechar los beneficios porque todos eran parte de la marca Obama. Se superaron los miedos de “generar filtraciones”, y se tomó una posición flexible que ayudó a empujar la Marca Obama a un estatus legendario. El error de la mayoría de las campañas políticas es que, instintivamente, quieren controlar cada instancia de la utilización de su nombre o logo, pero la campaña Obama por el contrario animaba a las personas a individualizar y ponerle estilo a su marca. El ejemplo mas prominente de esto fue “Artistas por Obama”, un grupo de diseñadores que pusieron su sello en la marca Obama a través de remeras originales y diseños de pósteres. El impacto en el ciudadano estadounidense fue muy fuerte pero traspasó las fronteras norteamericanas expandiéndose al resto del mundo. La identificación es algo que llega a lo más profundo de las personas, por eso resulta importante ofrecer a los ciudadanos los medios para que puedan hacerlo.














El retrato de Barack Obama creado por Shepard Fairey se transformó en un ícono de la campaña del actual presidente de Estados Unidos. Fairey es un diseñador gráfico cuyo estilo retoma elementos de la propaganda política de mediados del siglo XX y haciendo especial ahínco en componentes de la estética de los 60. Su trabajo ofrece un revival de los diseños de la cartelística política de aquella época. Actualmente en Internet se puede encontrar una aplicación creada por Paste Magazine que se llama Obamicon.Me. Se trata de una herramienta online que permite transformar cualquier fotografía digit
al en un poster como el de Obama aplicándole los colores bases del afiche creado por Shepard Fairey.















Miles de usuarios ya generaron su imagen símil al del presidente de Estados Unidos, otro ejemplo de cómo la marca Obama se abrió para que los ciudadanos la adopten como propia, entendiendo que los usuarios, gracias a los permisos que ofrece la Web 2.0, se transformaron en “prosumidores”, una mezcla de consumidores y productores de la información. En Latinoamérica los políticos ya se encuentran en carrera para utilizar la Web 2.0 pero aún les falta entender la diferencia entre ESTAR EN INTERNET y SER UN POLÍTICO 2.0.

1 comentarios:

Pumawel dijo...

Muy bueno este artículo y aprovecho para brindar por el día del periodista, fecha en que se conmemora a Mariano Moreno fundado de la Gazeta de Buenos Aires. ¿Cuán distinto hubiera sido este país si no lo hubieran asesinado?