Los políticos deben ponerse a trabajar mirando hacia lo que vendrá. El aumento en la utilización de las herramientas de la web 2.0 por parte de la gente nos brinda importantes señales al día de hoy a las cuales se les debe prestar atención.
Hay diferentes indicadores que prevén un futuro más que interesante en materia de marketing político y sobre todo en el área de la política 2.0. Ya sea para interrelacionarse con el electorado -pre y post elecciones- o para desarrollar acciones de activismo político a través de la web, el político del siglo XXI debe cambiar su paradigma.
Ante la aparición de nuevos medios hay que aplicar nuevas estrategias porque se abren nuevos escenarios en la comunicación política.
En todo el mundo estamos ante la presencia de un cambio radical en la manera en que se interconectan las personas utilizando los Social Media. No sólo ha cambiado el tiempo libre sino que ha generado otras actividades que se suscitan a partir del uso de estas aplicaciones 2.0. El ciberactivismo es un claro ejemplo de esto, en donde se logra captar el interés y la participación de personas que anteriormente no se involucraban en partidos, movimientos, marchas, reclamos, etc.
Si bien estamos lejos aún del ciberactivismo desarrollado en Europa y, principalmente, en Estados Unidos, todo nos indica que se están abriendo nuevos canales de expresión a través de estos espacios web y que la gente, en ellos, se siente cómoda y es capaz de pronunciarse o participar como nunca antes lo habían hecho.
¿Porque sucede esto?
Probablemente porque el target que más utiliza las herramientas de la web 2.0 sean jóvenes y adolescentes. Actualmente este es un público minoritario en términos de masa electoral, pero en pocos años esta realidad se modificará definitivamente.
Es notorio el desinterés creciente de los jóvenes en la política. Las causas a enumerar para contestar el por qué de esta situación son muy diversas y podemos estar debatiendo un largo tiempo sobre esta apatía. Lo que sí sabemos es que existe y que en los adolescentes el desinterés se profundiza aún más generando poco compromiso hasta con sus propios derechos: tal es así que muchos ni siquiera irían a votar si no fuese obligatorio.
Actualmente esta emergiendo una nueva clase de votante, el ciudadano 2.0. Pero, ¿cómo se hace para involucrar a estos jóvenes que el día de mañana conformará la masa crítica de votantes en nuestro país?
Primero hay que analizarlos un poco. Podemos identificar dos targets:
¿Por qué es importante armar una estrategia política para estos segmentos?
Los nuevos votantes van a impactar de una manera muy significante en las elecciones a partir del año 2015 simplemente porque se transformarán en el sector más numeroso del electorado. La generación de “Baby Boomers”, tanto a nivel mundial como en nuestro país, será menos influyente porque habrá mayor cantidad de votantes pertenecientes a las Generaciones X, Y y Google (en Estados Unidos su influencia ya se pudo ver en la interna entre Obama y Hillary Clinton).
Esa masa crítica que hoy recién comienza a tener participación resultará fundamental en el futuro próximo y decidirá los resultados electorales ya que crecerán en volumen con respecto a los Boomers.
0 comentarios:
Publicar un comentario