Tras un 2008 en el cual explotaron las redes como Facebook y ante el impacto que produjo la utilización de estas herramientas web por parte del equipo de comunicación de Obama, varios políticos y funcionarios de nuestro país van tras el "modelo O".
¿Qué es el modelo O?
Es seguir la metodología que utilizó el presidente norteamericano para llevar su mensaje a la gente a través de la web. Obama basó su campaña en Internet y recurrió a los
social media y las nuevas tecnologías camino a
la Casa Blanca. Esto generó interés en sectores de la sociedad ajenos a la política, como los jóvenes. Tal fue el impacto que el 84 por ciento de los jóvenes menores de treinta años votaron por Obama.
El éxito de Obama fue seguido de cerca por varios
funcionarios y candidatos argentinos que piensan en imitar –lo más parecido posible- el modelo para llegar al electorado joven.
Cada vez hay más políticos que utilizan las redes sociales, la mayoría de las veces sin una estrategia específica y con la idea de que “es mejor estar que no estar”. Pero esto puede resultar un arma de doble filo si no se trata seriamente y si no hay un interés real en sostener estos nuevos canales de comunicación. Por eso es importante que aquellos que se involucren lo hagan con una estrategia concreta, porque participar en estos espacios los deja expuestos a críticas más directas.
Facebook es el primer elegido por nuestros políticos. Allí podemos encontrar a
Cristina Kirchner, Carrió, Macri, Cobos, Stolbizer, de Narváez, Telerman, por nombrar algunos. Generalmente los espacios son generados por militantes, en algunos casos, o por los mismos políticos.
De a poco, se están dando cuenta que
los medios sociales en Internet se transforman en canales de comunicación con un alto poder de inserción. Aquí se produce un efecto en la gente muy similar al que causa Obama con sus videos o spots semanales (leer
Obama abre la puerta) en donde,
si bien el mensaje es emitido en forma masiva, los receptores lo perciben como personalizados. De esta manera, el funcionario o político, puede retomar el diálogo perdido con la sociedad.
Pero estas herramientas que nos proporciona Internet no son importantes en sí mismas, sino la forma en que son utilizadas. Porque la característica más importante de ellas radica en el poder viral que poseen. Esta viralidad permite que, al estar interconectados a nivel usuarios, un mensaje se replique inmediatamente en toda la red. La aceptación por parte del usuario también resulta fundamental, porque este “contagio viral” se da gracias a la gran aceptación que logran las recomendaciones de amigos, muy similar al tradicional “boca en boca”.
Esto nos indica que
el nivel de impacto en la utilización de estas herramientas es lo más importante; hay que evaluarlo y armar nuevas estrategias de acuerdo a los resultados obtenidos. Este trabajo es necesario llevarlo a cabo principalmente para no aburrir y generar feedback de los ciudadanos y de los militantes.
El efecto Obama comenzó y, si bien aún estamos muy lejos de poder imitarlo, hay muchos políticos que están comenzando a desarrollar estas vías de comunicación. Aún el e-marketing político está verde en nuestro país, sin embargo resulta de gran importancia que políticos y funcionarios comiencen a involucrarse en estos ámbitos y le otorguen un espacio preponderante a estos nuevos canales de comunicación.
Quizás hoy en día a muchos escépticos les resulte poco influyente en el plano político actual, pero el desarrollo de estas vías de comunicación complementarias (a las tradicionales) y su utilización responsable y seria otorgarán claros beneficios en el medio y largo plazo, generando una llegada distinta a la gente.
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